Los pulsioxímetros se han convertido en una herramienta indispensable en las salas de urgencias de los hospitales, los quirófanos y las unidades de cuidados intensivos, ya que permiten a los médicos tratar niveles de oxígeno peligrosamente bajos, lo que se conoce como hipoxemia. Sin embargo, el papel de la pulsioximetría no está tan claro cuando se trata de evaluar y tratar enfermedades infantiles en atención primaria y ambulatoria. Un nuevo estudio examina el papel de la pulsioximetría en este contexto.
