A menudo se pasa por alto que los hongos son una importante amenaza para la salud humana, eclipsados por las repercusiones más dramáticas de las infecciones bacterianas y víricas. Sin embargo, estos microbios eucariotas representan un peligro grave y creciente, responsable de millones de muertes al año en todo el mundo. Y su éxito se debe en gran medida a su capacidad para manipular las mismas defensas inmunitarias de las que dependemos para mantenernos sanos.
