Accidentes de vehículos autónomos frente a los conducidos por personas: Lo que revelan los datos

Jun, 2024

 

La promesa de los vehículos autónomos (VA) de transformar el transporte con una mayor seguridad y eficiencia ha cautivado tanto al público como a los responsables políticos. Al automatizar las tareas de conducción, los vehículos autónomos pretenden eliminar la principal causa de accidentes: el error humano. Sin embargo, la realidad es más compleja, ya que la tecnología emergente de los AV también ha presentado retos de seguridad únicos.

Un nuevo estudio publicado en Nature Communications ofrece un análisis comparativo detallado de los accidentes en los que se ven implicados vehículos automáticos y vehículos de tracción humana. Los investigadores Mohamed Abdel-Aty y Shengxuan Ding, de la Universidad de Florida Central, utilizaron un conjunto de datos de más de 37.000 accidentes para descubrir las características diferenciales y los factores de riesgo entre los dos tipos de vehículos.

"Ha habido un debate continuo en torno a la seguridad de los vehículos autónomos en comparación con los coches conducidos por humanos", explica Ding. "Nuestro objetivo era realizar un análisis riguroso y basado en datos para arrojar luz sobre esta importante cuestión".

Los investigadores recopilaron datos de múltiples fuentes, como el Departamento de Vehículos de Motor de California, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras y el Sistema Integrado de Registros de Tráfico del Estado. En total, el conjunto de datos incluía 2.100 accidentes de AV y 35.133 accidentes de HDV, proporcionando una base completa para la comparación.

El análisis reveló algunos resultados sorprendentes que cuestionan las percepciones comunes sobre la seguridad relativa de los vehículos comerciales.

Dangerous Conditions for AVs
Uno de los descubrimientos clave fue que, si bien los AV presentaban en general un menor riesgo de accidente en comparación con los HDV en muchos escenarios, había ciertas condiciones en las que ocurría lo contrario.

"Descubrimos que los accidentes de vehículos audiovisuales eran más probables que los de vehículos pesados en condiciones de luz al amanecer o al anochecer y durante las maniobras de giro", afirma Abdel-Aty.

En concreto, las probabilidades de que se produjera un accidente con un AV al amanecer o al anochecer eran más de 5 veces superiores a las de un HDV. En el caso de los giros, las probabilidades eran casi el doble.

"Esto sugiere que los sensores y algoritmos utilizados por los vehículos autónomos pueden tener dificultades para adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes de iluminación o manejar las complejidades de girar en las intersecciones", explica Abdel-Aty.

Los investigadores plantean la hipótesis de que las sombras, los reflejos y los cambios dinámicos de iluminación al amanecer y al anochecer pueden confundir los sistemas de percepción visual de los vehículos autónomos, dificultando su capacidad para detectar con precisión obstáculos y otros vehículos. Del mismo modo, la toma de decisiones multifactorial necesaria para realizar giros, con factores como el tráfico en sentido contrario, los peatones y los espacios reducidos, parece plantear importantes retos a la actual generación de vehículos virtuales.

"Los vehículos virtuales tienden a ser muy cautelosos en este tipo de situaciones, lo que puede aumentar el riesgo de colisión trasera o lateral por parte de los conductores humanos, que pueden no anticiparse a la vacilación del vehículo", añade Ding.

Estos resultados ponen de manifiesto que, a pesar de los avances de la tecnología audiovisual, siguen existiendo algunas limitaciones críticas que deben abordarse antes de que puedan aprovecharse plenamente las ventajas en materia de seguridad.

Ventajas de los AV

El estudio también puso de relieve las áreas en las que los vehículos audiovisuales superan a los vehículos pesados en términos de riesgo de accidentes. En particular, los vehículos audiovisuales mostraron una probabilidad significativamente menor de colisiones traseras y laterales en comparación con los vehículos conducidos por personas.

"Los sensores avanzados, los sistemas de frenado automático y el control preciso del vehículo de los AV parecen ser bastante eficaces a la hora de prevenir este tipo de escenarios de accidentes comunes", afirma Ding.

Los investigadores lo atribuyen a los rápidos tiempos de reacción y a las respuestas coordinadas de los sistemas audiovisuales, que pueden detectar antes las posibles colisiones y adoptar las medidas evasivas adecuadas. Funciones como el control de crucero adaptativo y el asistente de mantenimiento de carril desempeñan un papel fundamental a la hora de mantener las distancias de seguridad y permanecer centrado en el carril, respectivamente.

Además, el análisis reveló que los accidentes con vehículos audiovisuales tenían menos probabilidades de provocar lesiones moderadas o mortales que los accidentes con vehículos pesados. Esto sugiere que los sistemas de seguridad y la dinámica de conducción controlada de los AV pueden estar mejor equipados para mitigar la gravedad de los accidentes cuando se producen.

"Es importante señalar que incluso en los escenarios en los que los AV presentaban un mayor riesgo de accidente, las lesiones tendían a ser menos graves", señala Abdel-Aty. "Esto habla del potencial de esta tecnología para salvar vidas, aunque la frecuencia de accidentes aún no esté a la par con la de los conductores humanos en todas las situaciones".

Los investigadores también descubrieron que los accidentes con vehículos autónomos tenían menos probabilidades de implicar comportamientos peligrosos del conductor, como distracciones o deficiencias, lo que subraya el potencial de la conducción autónoma para eliminar un factor importante que contribuye a las colisiones.

Navegar por la transición

Como ocurre con cualquier tecnología disruptiva, la integración de los vehículos eléctricos en el sistema de transporte actual exigirá un cuidadoso análisis de los retos y las ventajas y desventajas.

"Nos encontramos en un periodo de transición en el que los vehículos audiovisuales y los vehículos pesados comparten las carreteras, lo que introduce una dinámica de seguridad única que debe conocerse mejor", afirma Ding.

El estudio destaca varias áreas en las que los responsables políticos, los fabricantes de automóviles y los desarrolladores de tecnología deben centrar sus esfuerzos para maximizar los beneficios de seguridad de los AV al tiempo que se mitigan los riesgos:

Mejoras en sensores y algoritmos: Los resultados sugieren que las capacidades actuales de detección y toma de decisiones de los vehículos a motor pueden ser insuficientes en determinadas condiciones ambientales y escenarios de conducción complejos. Será crucial mejorar el rendimiento de las cámaras, el LiDAR, el radar y los algoritmos asociados para la detección de objetos, el seguimiento y la planificación de trayectorias.

Adaptaciones de la infraestructura: Los investigadores señalan que los retos a los que se enfrentan los AV en los escenarios de giro podrían aliviarse con modificaciones de la infraestructura, como carriles exclusivos para girar, semáforos optimizados para la conducción autónoma y marcas viales y señalización mejoradas.

Marcos normativos: A medida que el sector audiovisual siga evolucionando rápidamente, los responsables políticos tendrán que establecer normas de seguridad claras, protocolos de ensayo y medidas de responsabilidad para garantizar que la tecnología se despliega de forma responsable.

Educación pública y aceptación: Fomentar la confianza del público en los sistemas audiovisuales será esencial para su adopción generalizada. La notificación transparente de los datos de accidentes, así como la educación de los consumidores sobre las capacidades y limitaciones de la tecnología, pueden ayudar a gestionar las expectativas y promover interacciones más seguras entre los AV y los conductores humanos.

"Este estudio pone de relieve que aún estamos en las primeras fases del despliegue de los vehículos autónomos, y que todavía queda trabajo por hacer para lograr todos los beneficios en materia de seguridad", afirma Abdel-Aty. "Pero los datos también demuestran el tremendo potencial de esta tecnología para salvar vidas y transformar el transporte".

A medida que avanza la carrera por introducir los vehículos autónomos en el mercado, los resultados de esta investigación subrayan la importancia de un planteamiento mesurado y basado en pruebas que dé prioridad a la seguridad por encima de todo. Sólo entonces podremos hacer realidad la promesa de un futuro con vehículos autónomos que sean realmente más seguros que sus homólogos conducidos por humanos.

Referencia(s)

  1. https://doi.org/10.1038/s41467-024-48526-4

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Sobre el autor

  • Dilruwan Herath

    Dilruwan Herath es un médico británico especializado en enfermedades infecciosas y ejecutivo médico farmacéutico con más de 25 años de experiencia. Como médico, se especializó en enfermedades infecciosas e inmunología, desarrollando una decidida orientación hacia el impacto en la salud pública. A lo largo de su carrera, el Dr. Herath ha desempeñado varias funciones de liderazgo médico de alto nivel en grandes empresas farmacéuticas mundiales, liderando cambios clínicos transformadores y garantizando el acceso a medicamentos innovadores. En la actualidad, es miembro experto de la Facultad de Medicina Farmacéutica en su Comité de Enfermedades Infecciosas y sigue asesorando a empresas de ciencias de la vida. Cuando no ejerce la medicina, al Dr. Herath le gusta pintar paisajes, los deportes de motor, la programación informática y pasar tiempo con su joven familia. Mantiene un ávido interés por la ciencia y la tecnología. Es EIC y fundador de DarkDrug.

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