Los nuevos jugadores de la Premier League
"Las abejas resolvieron la tarea de forma distinta a la demostrada, lo que sugiere que las abejas observadoras no se limitaron a copiar lo que veían, sino que lo mejoraron".
Facultad de Ciencias Biológicas y Químicas de la Universidad Queen Mary de Londres (QMUL)
En febrero, los principales medios de comunicación se asombraron ante una noticia que demostraba que las humildes abejas podían jugar al fútbol. Obviamente, las abejas no habían adquirido una nueva afición por el deporte, sino que lo que habían demostrado era flexibilidad cognitiva bajo presión ecológica. El experimento de Loukola et al. con abejorros demuestra que el uso de herramientas puede extenderse ahora a los invertebrados, algo que antes sólo se atribuía a los humanos, los primates, los animales marinos y las aves.
El equipo de la Facultad de Ciencias Biológicas y Químicas de la Universidad Queen Mary de Londres (QMUL) publicó sus hallazgos en Science y es el primero en demostrar este "comportamiento sin precedentes". En el experimento, los abejorros(Bombus spp.) utilizaron un balón amarillo del tamaño de una abeja para obtener recompensas, por lo que la corriente dominante no se equivocó al sugerir que el equipo había entrenado abejas que podían jugar al fútbol. Se entrenó a las abejas para que empujaran un balón amarillo hacia una plataforma central para liberar una puerta que permitía el acceso a una solución de sacarosa (azúcar).
Se entrenó a las abejas con tres métodos: un grupo observó cómo las abejas preentrenadas completaban la tarea, otro observó cómo se movía una bola "fantasma" con un imán bajo la plataforma y un último grupo "de control" no recibió ninguna demostración.
Tras entrenar previamente a todas las abejas para que encontraran una solución de sacarosa al 30% en un agujero situado bajo una media bola en una plataforma azul cuadrada, se asignaron las abejas a tres grupos de demostración para el entrenamiento (tres ensayos). El grupo social recibió demostraciones de un congénere vivo que movía hacia el centro la más alejada de tres bolas situadas a varias distancias del centro de una gran plataforma azul, para obtener recompensa. El grupo no social recibió una demostración fantasma moviendo la bola más alejada con un imán oculto. Las abejas que no recibieron demostración (No) encontraron una bola en el centro de la plataforma ya con recompensa. Trabajo de investigación: Los abejorros muestran flexibilidad cognitiva mejorando un comportamiento complejo observado. Adaptado de: https://www.researchgate.net/publication/313940786_Bumblebees_show_cognitive_flexibility_by_improving_on_an_observed_complex_behavior [consultado el 5 de abril de 2017].
"Las abejas resolvieron la tarea de forma distinta a la demostrada, lo que sugiere que las abejas observadoras no se limitaron a copiar lo que veían, sino que lo mejoraron", afirma el autor principal conjunto, el Dr. Olli J. Loukola. "Esto demuestra una impresionante flexibilidad cognitiva, especialmente para un insecto".
Los resultados sugieren que los prejuicios humanos sobre la relación entre el tamaño del cerebro y la masa corporal no significan nada cuando se trata de la capacidad de animales e insectos para adaptarse cognitivamente a las presiones ecológicas. Esto podría significar que las abejas silvestres aún son capaces de revertir los cambios en sus poblaciones, que llevan décadas disminuyendo.
"Nuestro estudio pone el último clavo en el ataúd de la idea de que los cerebros pequeños limitan a los insectos a una flexibilidad de comportamiento limitada y a una capacidad de aprendizaje simple", afirma Lars Chittka, profesor de la QMUL.
Frenar el declive
Aunque el estudio aporta datos prometedores sobre la adaptabilidad cognitiva de las abejas, es muy discutible que esta adaptabilidad permita superar las actuales presiones ecológicas a las que se ven sometidas. El número de abejorros silvestres ya había disminuido en los años 70 del siglo pasado.
A menudo se culpa a los pesticidas, especialmente a los insecticidas, de la pérdida de abejas y otros polinizadores. Algunos insecticidas neonicotinoides (sobre todo la clotianidina, el imidacloprid y el tiametoxam) han suscitado especial preocupación. Estos insecticidas sistémicos eran utilizados por agricultores y jardineros para controlar una amplia gama de plagas.
La atención se ha centrado en este grupo de insecticidas porque cantidades ínfimas de estas sustancias químicas sistémicas llegan a la savia, el néctar y el polen de las plantas tratadas. Además, se han producido varios casos de envenenamiento de abejas con estos neonicotinoides en el extranjero como consecuencia de una aplicación incorrecta por parte de los agricultores, y algunas investigaciones han mostrado efectos nocivos, a menudo subletales, sobre la capacidad de búsqueda de alimento de las abejas melíferas y el tamaño de las colonias de abejorros. Sin embargo, otros estudios no han demostrado que las abejas sufran daños cuando los productos químicos se aplican correctamente.
Más allá de los pesticidas, el cambio de hábitat, las enfermedades, la competencia entre especies y el cambio climático pueden estar influyendo en el declive. Es plausible pensar que las abejas puedan adaptarse a una presión ecológica, pero las amenazas múltiples pueden requerir una adaptación hercúlea.
La Royal Horticultural Society (RHS) tiene un buen sitio web en el que se describen las amenazas a las que se enfrentan nuestras abejas y lo que los particulares pueden hacer para ayudarlas en su lucha.
Este estudio pone de relieve que sólo estamos empezando a comprender la complejidad y la capacidad de la vida en la Tierra. Puede que seamos la especie suprema, pero ser ubicuos no significa que tengamos habilidades únicas. La conservación de las abejas no sólo es vital para avanzar en nuestro conocimiento científico, sino también para nuestra propia supervivencia, ya que los polinizadores como las abejas son parte integrante de nuestro ecosistema.
Las Abejas demuestran una impresionante cognitiva. © Copyright Olli Loukola/QMUL
Referencia(s)
- OLLI J. LOUKOLA, CLINT J. PERRY, LOUIE COSCOS, LARS CHITTKA Los abejorros muestran flexibilidad cognitiva mejorando un comportamiento complejo observado. Science, 24 FEB 2017 : 833-836
- Paul H Williams Distribución y declive de los abejorros británicos (Bombus Latr.) Journal of Apicultural Research,21(4), 236-245. http://doi.org/10.1007/s40618-015-0336-1
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